Durante años hemos escuchado, leído o visto argumentos por televisión
donde se cuestiona si el movimiento armado iniciado en noviembre de 1910 fue
revolución, revuelta, guerra civil, etc., y con ello, empiezan a surgir opiniones
de quienes fueron los personajes que marcaron con sus acciones el rumbo del
movimiento.
Que si Madero fue el apóstol de la democracia, que si Villa y Zapata le
dieron rumbo y sentido al movimiento, que si Huerta solo fue un asesino, si
Carranza, Obregón y Calles fueron los que disfrutaron de las mieles de tanta
muerte y desolación que culminaron con su arribo al poder.
Poco se habla del General que le dio el triunfo tan ansiado a Francisco
I. Madero para lograr su objetivo, derrocar a Porfirio Díaz, ese General fue
Pascual Orozco Vázquez que con sus triunfos militares y lealtad dio rumbo y
estabilidad a la llegada al poder de Madero hasta marzo de 1912, cuando cansado
del incumplimiento a su palabra y al Plan de San Luis, le presenta su renuncia
y al poco tiempo decide tomar las armas para retomar los ideales que lo
pusieron al frente en el estado de Chihuahua para lograr la caída de Díaz, dichos
ideales fueron plasmados en el PLAN DE LA EMPACADORA.
A continuación enumero algunos de los actos que no contribuyeron a
seguir respaldando al nuevo gobierno encabezado por Madero y Pino Suárez primero
por Emiliano Zapata en noviembre de 1911 y luego por Orozco a principios del
12:
El 11 de diciembre de 1911 en el poblado de Cerro
Prieto las tropas de Pascual Orozco, Francisco D. Salido e Ignacio Valenzuela como
jefes de columna, coparon los flancos, a pesar de la cooperación entre los tres
grupos, su esfuerzo combinado no igualaba el de los 500 soldados de línea bien
armados del general Navarro y Fernando Tracy Aubert, después de una acalorada
batalla que duró la mayor parte del día, Orozco se vio forzado a ordenar la
retirada, quedando sobre el campo de batalla cerca de 80 revolucionarios, Navarro hizo prisioneros a veinte rebeldes
(casi todos ellos parientes de los principales líderes, Antonio y Graciano
Frías cuñados de Pascual, José María y Tadeo Vázquez parientes de Pascual,
Alberto Vázquez tío de Pascual, José
Dozal familia de Juan Dozal y José Caraveo familiar de Marcelo Caraveo, Los
cuales fueron masacrados por Navarro a punta de
bayoneta y a varios de ellos ordeno quemarlos vivos.
- Agustín Víctor Casasola, Historia Gráfica
de la Revolución, 1900-1940.
- Serrano Tomas F. Episodios de la
Revolución Mexicana en el estado de Chihuahua. Página 199 - 224.
A principios de febrero de 1911 los estrategas de Madero autonombrados
“Junta Revolucionaria” y conformada por Raúl Madero, Eduardo Hay, José de la
Luz Soto, Giuseppe "Peppino" Garibaldi, Benjamín Viljoen entre otros,
decidieron de manera unilateral que Orozco se pusiera a las órdenes de José de
la Luz Soto, quien estaría auxiliado por un estado mayor conformado por Garibaldi
y Hay, al escuchar Orozco esto, contesto, “Si, lucháremos por la causa hasta el
final, la causa de la gente. Pero lucháremos a nuestro modo y volteando a sus
hombres dijo, yo no tengo nada que hacer con estos dandies.
- Giuseppe
Garibaldi. A toast to rebelion. Indianapolis
página 332.
A
las cinco y media de la tarde del día 29 de abril de 1911 llegó a El Paso, el
señor Francisco Vázquez Gómez, siendo
recibido en la estación a los señores Venustiano Carranza, Juan Sánchez Azcona,
Abraham González, licenciado Federico González Garza y algunos otros que no
recuerdo. Desde luego, me dijeron que todo estaba perdido si yo no lo
remediaba, porque el señor Madero había convenido con los agentes de Limantour,
que no renunciara el general Díaz, sino solamente el señor Corral.
Estábamos
en el campamento con el señor Madero, cuando hablé de los hombres del antiguo
régimen, el señor Madero comprendió, como lo comprendieron todos los presentes,
que iba a tocar el punto relativo a la necesidad absoluta, imperiosa y urgente
de pedir y exigir la renuncia del general Díaz. Entonces el señor Madero
se aproximó a mí y me dijo al oído estas palabras textuales:
- Estoy comprometido con Limantour.
-
¿Cómo se empeña usted en que renuncie el general Díaz, si es su amigo y piden a
usted como uno de sus ministros?
Yo
le contestaba invariablemente:
-
Aquí no se trata de amistades, sino de los intereses de la revolución, a la
cual no he entrado a cambio de un ministerio.
Por
fin, al segundo día de brega y después de comer, me dijo:
-
Bueno, pediremos la renuncia del general Díaz, pero que se haga de modo que no
se le insulte.
-
Ni hay necesidad de insultarlo, ni sería decente -le dije-. Entonces -agregue-
voy a hacer el acta de la junta de ayer y a suponer que hoy tuvimos otra, y en
ellas se resolvió pedir la renuncia del general Díaz.
-
Está bien -dijo Madero- hágalo así.
En
el acto me puse a hacer el borrador de la proposición en que se pedía la
renuncia del general Díaz. Una vez terminado, se lo mostré, le hizo
modificaciones suprimiendo unas cosas y poniendo otras y me lo devolvió. Sobre
la marcha puso en limpio el mecanógrafo Elías de los Ríos, en dos ejemplares,
el acta; terminado lo cual, le dije al señor Madero:
-
Aquí están, fírmelos usted -dándole al mismo tiempo la pluma-.
Leyó
el acta de nuevo e insistió:
-
Pero doctor, ¿por qué se empeña usted en pedir la renuncia del general Díaz?
Mire que nos dan cuatro ministros y catorce gobernadores.
-
Ya le he dicho por qué me empeño -contesté-.
El
señor Madero no quiso firmar, y después de unos momentos de reflexión, me dijo:
-
Voy a mandar llamar al general Orozco, a ver qué dice de esto.
En
efecto, lo mandó llamar y, entre tanto llegaba, le dije que nuestras
vacilaciones no debían conocerlas los militares, porque a la hora de combatir
podían ellos vacilar también, y ello sería desastroso.
Llegó
a poco el general Orozco, nos saludamos, y Madero lo invitó a sentarse,
diciéndole al mismo tiempo:
-
General, lo he mandado llamar porque el doctor se empeña en que pidamos la
renuncia del general Díaz, y yo le digo que nos dan catorce gobernadores,
cuatro ministros y nos permiten que ustedes los revolucionarios guarnezcan tres
Estados. Creo que con esto estamos seguros.
Una
vez que Madero hubo terminado de hablar, Orozco dijo:
-
Señor, a mí no me consulten estas cosas porque no entiendo de ellas, díganme
que por alguna parte viene el enemigo y yo veré qué hago; pero de esto no sé,
ustedes saben lo que hacen.
Se
retiró Orozco y volvimos a quedar solos el señor Madero y yo. Al fin firmó los
dos ejemplares, e igual cosa hizo el que esto escribe. Le dejé uno de ellos
para que mandara recoger las firmas de los que habían asistido a la junta y me
llevé el mío para hacer igual cosa. Esto era como a las cinco de la tarde del
primero de mayo.
- Vázquez Gómez, Memorias políticas………
Página 137
El 12 de mayo del 11,
Orozco, Villa y 10 hombres armados entraron a la habitación donde Madero
sostenía reunión con gabinete provisional, Orozco reprochó a Madero la poca
atención a los problemas de la tropa, y
el General hizo 3 demandas a Madero, 1.- Navarro fuera juzgado como criminal de
guerra por las muertes de Cerro Prieto, 2.- Que los miembros del gabinete
provisional renunciaran y se nombraran nuevos de entre los que habían estado en
la lucha y por último, que Madero no ha les había proporcionado alimento a la tropa
y ya estaban empezando a querer amotinarse ……………….
- Vargas Valdez Jesús. Máximo Castillo y la
revolución en Chihuahua. Página 29 y 30.
Estos son algunos de los
sucesos que marcaron para siempre la relación entre Madero y Orozco entre
diciembre de 1910 y mayo de 1911, al final, el gobierno solo cambio de hombre,
pero los grandes represores del pueblo como el ejército y los amigos de Madero
que nunca dispararon un tiro ni ofrendaron su vida por la causa fueron los que
disfrutaron del poder y la fama que les correspondía a todos esos norteños
serranos que lucharon hasta el final por cambiar la situación de miseria y
opresión de la gran mayoría de los mexicanos.