….Cuantas veces Orozco recibió justos y merecidos
ascensos militares, el pueblo apenas si se percató de ello. Y es que el pueblo
quería a Orozco tal y como él era, tal y como había salido de las capas sociales,
sin entorchados, sin charreteras, sin galones, sin el acicalamiento del
uniforme militar que por bien que le sentaran y por muy digno que fuera de
llevarlos, parecían alejarlo del inmenso círculo popular que lo rodeaba. El pueblo
sentía más orgullo, más satisfacción, más cariño en gritar sencillamente ¡Viva
Pascual Orozco!", que en gritar "Viva el Sr. Gral. Orozco". ….
Así Orozco; su apostura era tan gallarda, su aire tan arrogante, si mirada tan
serena, que bastaba mirarlo o estar cerca de el para sentirse uno
revolucionario y capaz de grandes acciones……
Para el pueblo
humilde y honrado que tanto amó a Pascual Orozco; para ese pueblo noble y
sufrido que tan hondamente se conmovió ante el incalificable ultraje de Sierra
Blanca, porque la conmoción fué esencialmente popular; nacional, mejor dicho; no solo los orozquistas han
sentido el emponzoñado mordisco lo han sentido también los carrancistas y los
villistas. Todos, menos los connotados huertistas, y esta es la prueba más
palmaria de que Orozco fue un héroe nacional; pues bien, para ese pueblo,
repito he escrito las páginas que forman el presente folleto, sencillo y
modesto, con la sencillez y la modestia del héroe mártir; con la sencillez y la
modestia de aquellos para quienes lo escribo.
Orozco Guerrillero,
Vida de Pascual Orozco 1882-1915. R.A. Ugalde. El Paso Texas
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